Las complicaciones médicas y resultados inesperados suelen ser frecuentes luego de realizarse alguna cirugía, en ocasiones son tan catastróficas que provocan hasta invalidez, pero en otras generan ciertas molestias nada más, en este caso particular una cantante de opera no puede controlar sus flatulencias mientras canta.
A muchos podrá parecer graciosa la imagen mental que he puesto en sus cabezas, pero existe un verdadero problema aquí, a una mujer se le practicó una episiotomía durante el parto, algo rutinario en casos de parto natural que consiste en un corte que se realiza en el perineo (piso pélvico) para permitir la salida del bebé, se lo suele realizar porque de todas formas el tejido de la zona se desgarrará, pero en esta ocasión la cantante Amy Herbst, quien formaba parte de la Compañía de Opera de Nashville, fue despedida a causa de un efecto secundario de esta intervención, la falta de control del esfínter externo del ano.
Debido a la fuerza ejercida durante el parto y el corte en el tejido que conecta el ano y la vagina, los músculos del piso pélvico se debilitan y siendo ellos los encargados de controlar la actividad de los esfínteres de dicha zona, suele suceder que en los días posteriores al parto las mujeres presenten incontinencia y flatulencias, este cuadro se lo supera en unos días en condiciones normales pero como todo lo que concierne a la medicina no puede ser garantizado en un 100%, es posible que se presenten complicaciones, la más común es la infección de la herida, otras incluyen: dolor al tener relaciones sexuales, edemas, hematomas, problemas de cicatrización e incontinencia fecal o urinaria.
Amy Herbst es incapaz de cantar sin lanzar alguna flatulencia o sucumbir ante la incontinencia a pesar que el parto de su hijo tuvo lugar en febrero pasado, casi un año después sigue presentando las mismas molestias, y para empeorar la situación ha sido despedida recientemente, por ello Amy presentó una demanda en contra del centro de salud donde fue atendida, el Hospital Comunitario del Ejercito Blanchfield en la localidad de Fort Campbell.
A través de este proceso legal la familia Herbst busca recibir cerca de $ 2.5 millones de dólares en concepto de indemnización por negligencia, el sufrimiento y el dolor causado, así como las pérdidas económicas que esto les ha causado. Los diagnósticos actuales no dan esperanzas de una recuperación al 100% de las funciones corporales comprometidas.
En la demanda se pone de manifiesto que una enfermera realizó la incisión durante la segunda etapa de la labor de parto y que no habría advertido ni pedido el consentimiento de Amy o su esposo para realizarla, según los reportes médicos un hombro del bebé representaba un grave problema para su extracción, sin embargo los abogados aducen que existen otras técnicas que pueden ser empleadas en dichos casos y que sólo la paciente o un familiar son capaces de dar consentimiento para este tipo de intervenciones.
Ahora el problema se resolverá en las cortes de justicia, el marido de Amy era un sargento que prestaba servicio en Fort Campbell al momento del parto pero desde entonces dejó el ejército, se espera realizar una cirugía reconstructiva con el dinero de la indemnización pero los resultados podrían sólo mejorar el cuadro pero no eliminar las molestias por completo.
Debido a la fuerza ejercida durante el parto y el corte en el tejido que conecta el ano y la vagina, los músculos del piso pélvico se debilitan y siendo ellos los encargados de controlar la actividad de los esfínteres de dicha zona, suele suceder que en los días posteriores al parto las mujeres presenten incontinencia y flatulencias, este cuadro se lo supera en unos días en condiciones normales pero como todo lo que concierne a la medicina no puede ser garantizado en un 100%, es posible que se presenten complicaciones, la más común es la infección de la herida, otras incluyen: dolor al tener relaciones sexuales, edemas, hematomas, problemas de cicatrización e incontinencia fecal o urinaria.
Amy Herbst es incapaz de cantar sin lanzar alguna flatulencia o sucumbir ante la incontinencia a pesar que el parto de su hijo tuvo lugar en febrero pasado, casi un año después sigue presentando las mismas molestias, y para empeorar la situación ha sido despedida recientemente, por ello Amy presentó una demanda en contra del centro de salud donde fue atendida, el Hospital Comunitario del Ejercito Blanchfield en la localidad de Fort Campbell.
A través de este proceso legal la familia Herbst busca recibir cerca de $ 2.5 millones de dólares en concepto de indemnización por negligencia, el sufrimiento y el dolor causado, así como las pérdidas económicas que esto les ha causado. Los diagnósticos actuales no dan esperanzas de una recuperación al 100% de las funciones corporales comprometidas.
En la demanda se pone de manifiesto que una enfermera realizó la incisión durante la segunda etapa de la labor de parto y que no habría advertido ni pedido el consentimiento de Amy o su esposo para realizarla, según los reportes médicos un hombro del bebé representaba un grave problema para su extracción, sin embargo los abogados aducen que existen otras técnicas que pueden ser empleadas en dichos casos y que sólo la paciente o un familiar son capaces de dar consentimiento para este tipo de intervenciones.
Ahora el problema se resolverá en las cortes de justicia, el marido de Amy era un sargento que prestaba servicio en Fort Campbell al momento del parto pero desde entonces dejó el ejército, se espera realizar una cirugía reconstructiva con el dinero de la indemnización pero los resultados podrían sólo mejorar el cuadro pero no eliminar las molestias por completo.
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