Desde que existe el internet es posible que dos personas totalmente desconocidas tomen parte en una transacción inimaginable, ya hemos escuchado de venta de virginidades y testículos en línea, la gente usa muchas veces su creatividad en casos de necesidad y es así que un negocio nace, pero en ocasiones estas ideas pueden resultar ser pésimas desde el inicio, lo más sorprendente es saber que a pesar de todo hasta esas extrañas ideas tienen un mercado.
Algunas personas pueden ver oportunidades para obtener dinero de manera fácil recurriendo al robo, sólo basta encontrar un lugar que se preste para ello, fue así que David Charles de 21 años y residente de Indianapolis tuvo ocasión de hacerse con decenas de especímenes de museo que comprenden una gran variedad de muestras de tejido cerebral extraídas de pacientes del antiguo Central State Hospital entre 1890 y 1940, la institución que acogía pacientes con enfermedades mentales fue cerrada en 1994 y es ahora el Museo de Historia Médica de Indiana.
La bodega de este museo habría sido infiltrada por Charles en varias ocasiones en los últimos meses, llegando a extraer más de 60 jarras de vidrio con cerebros humanos y otros tejidos, de lotes suficientemente antiguos para que su ausencia no fuese detectada de inmediato, además el ladrón usaba un intermediario para vender su botín en línea a través del portal Ebay.
A pesar de todo el cuidado que puso en la tarea de extraer el material del museo, este joven delincuente se olvidó de quitarle las etiquetas a los frascos y en ellas se podrían encontrar datos acerca de la procedencia de dichos objetos, lo que levantó dudas en uno de los clientes que compraron los cerebros en línea, por ahora sabemos que un hombre de California se puso en contacto con la policía y el personal del museo para alertar del incidente, este sujeto compró 6 de los frascos por $ 670 dólares (envío incluído) y la información que entregó a la policía sirvió para empezar un operativo encubierto con el fin de capturar al ladrón.
Los oficiales de justicia iniciaron el rastreo de las transacciones realizadas a través del portal web y hallaron al intermediario, luego tendieron una trampa para el vendedor de cerebros, usaron un agente encubierto para llevar a cabo una compra cuya entrega se realizaría en persona el 16 de diciembre, Charles aceptó el trato y la transacción se consumó en un parqueadero donde un acompañante del criminal fue embestido por un oficial al intentar desenfundar su arma.
Ahora David Charles enfrenta cargos de robo, posesión de marihuana y parafernalia, mientras aún se espera que otros cargos puedan ser imputados al detenido y el comprador por su parte, dada su cooperación con la justicia no cuenta con ningún tipo de orden de captura y devolverá el material al museo, al ser interrogado por los motivos que lo llevaron a comprar tan macabras mercancías, él dijo que gustaba de coleccionar cosas extrañas.
¿Considerarían adquirir objetos exóticos de este tipo a través de un portal online?
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