Tal cual el Frankenstein de la literatura fue una criatura creada a partir de órganos humanos, científicos modernos han reunido en el mismo androide, la mayor cantidad de órganos y estructuras artificiales que jamás se haya ensamblado para "dar vida" al primer "hombre biónico".
La fragilidad de nuestros cuerpos mortales siempre ha despertado inquietudes en el hombre, algunos han evitado pensar en la muerte, otros la aceptan con dignidad, mientras otros han tratado de esquivarla haciendo uso de todo medio a disposición, pero no sólo el deseo por la inmortalidad ha conducido las innovaciones en el campo de la biónica, sino también el mejoramiento de las condiciones de vida de quienes por accidentes o por razones médicas carecen de miembros u órganos que permiten una vida más cómoda y segura.
La Biónica ha tratado de replicar la obra de la naturaleza mediante la implementación de la tecnología y las técnicas disponibles a materiales de diversa índole, con esto nos remontamos a los inicios del movimiento mecanicista del siglo XVII, aunque la idea de construir autómatas no es exclusiva de los mecanicistas, fueron ellos quienes por primera vez tuvieron los medios y la visión para ir un paso más lejos, la fusión de la máquina y el hombre.
Autómata Escritor de Jaquet-Droz |
En la actualidad disponemos de prótesis e implantes que ayudan a recuperar capacidades y movilidad, trasplantes de órganos y huesos que han permitido prolongar la vida y reconstruir cuerpos, incluso existen máquinas que asisten a nuestro organismo para mantenerlo con vida en casos que uno de nuestros órganos vitales tenga un fallo catastrófico, todas estas soluciones y dispositivos funcionan muy bien solos, y hasta ahora no se había intentado unirlos en una sola estructura, pero eso cambió cuando un psicólogo de la Universidad de Zurich tomó la iniciativa.
Bertolt Meyer es la mente maestra detrás de este proyecto, él mismo tiene un brazo biónico y ha utilizado prótesis desde los tres meses de edad debido a la malformación de su brazo izquierdo, por lo que conoce de primera mano la experiencia, esto le ha servido de inspiración para elaborar este robot al que llamaron "Frank" por el personaje de la famosa novela "Frankenstein o El Morderno Prometeo" de Mary Shelley.
Bertolt Meyer |
Meyer fue el modelo humano de referencia y su rostro fue el escogido para este robot, pero como es obvio este proyecto es un trabajo de equipo y debido a su naturaleza multidisciplinaria se requirió un grupo de expertos en cada área, Richard Walker y su equipo con experiencia en robótica, han conseguido desarrollar una de las manos robóticas más hábiles del mundo, mientras Alexander Seifalian y sus colegas del University College London se encargaron de la creación de implantes sintéticos como la traquea, nariz, oídos, sistema circulatorio, entre otros.
Richard Walker |
Alexander Seifalian |
Pero "Frank" aunque es promocionado como el "Increíble Hombre Biónico", no es un hombre y no hay defensa disponible frente a este argumento, es más bien un androide y una percha para casi toda tecnología biónica disponible. El reabierto Museo Smithsonian presentará este androide desde el fin de semana y transmitirá un documental de una hora este domingo por la noche en su página web Smithsonian Channel exclusivo para el público de ese país.
En la parte izquierda vemos los miembros biónicos (brazos, dedos, piernas y caderas) que permiten el movimiento entre los que se incluye un exoesqueleto, y dispositivos que permiten el habla y la visión al robot, mientras a la derecha está el listado de órganos artificiales con los que cuenta Frank: implante coclear, traquea sintética, corazón, pulmón, páncreas, riñón (prototipo), sangre y bazo.
A pesar de todo esto aún no vemos algo digno del "Hombre de los Seis Millones de Dólares", pero seguramente este robot es más barato que eso, por lo menos ajustado a la inflación. "Frank" no es completamente autónomo y su andar es lento, lo interesante es que su brazo robótico acciona el exoesqueleto que le permite caminar, es capaz de responder preguntas gracias a programas y dispositivos creados para personas con impedimento del habla y algoritmos informáticos, incluso puede ver gracias a tecnología similar al Kinect.
Es interesante ver este tipo de construcciones pero la verdad es que este robot sólo sirve como catálogo de partes biónicas, si quieres un robot humanoide ya existen mejores androides como ASIMO, pero si lo tuyo es ver a un hombre biónico tienes el caso de hombres como el mismísimo Bertolt Meyer.
¿Qué les parece el avance que ha tenido la Biónica?
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