Al inicio pensó que algún caracol se había estado comiendo el fruto en cuestión, pero luego se percató que de hecho, la fresa era así de manera natural, la dueña reconoce al verla reconoció una figura fálica de inmediato.
"Es gracioso como una fresa puede crecer así, pero debo admitirlo, si pensé que era un poco pequeña... no hay mucho que presumir. Sería bueno si hubiera crecido un poco más".
Por ahora, la dueña guarda la fresa en su refrigerador para conservarla en buen estado, hasta poder rifarla con el fin de recaudar fondos para la caridad. Este curioso artículo fálico es tema de conversación obligatoria para su propietaria, y las bromas están a la orden del día.
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