Poner a un grupo de adolescentes curiosos, una pequeña pistola y un chaleco antibalas podría resultar muy contraproducente, la historia a continuación es prueba irrefutable de ello, lo peor del caso es que existe una víctima mortal producto de este desafortunado evento.
Como toda chica de 18 años de edad, Taylor Kelly salió con un grupo de sus amigos, ya saben para ir a "janguear", de paseo, comer algo o como lo solemos hacer normalmente: ir al garaje de la casa de un amigo y dispararle al pecho mientras usa su chaleco kevlar, claro esto es algo que todos hemos hecho alguna vez, hay que estrenar como se debe nuestro chaleco nuevo.
La víctima era Blake Wardell, un joven de 26 años que según las versiones recogidas entre sus amigos presentes por la policía habría sido él mismo quien tuvo la genial idea de probar aquel artículo de seguridad, por desgracia el tiro falló en alcanzar una zona protegida por el kevlar e ingresó en el pecho de su portador, Blake recibió RCP de parte de uno de sus amigos y los paramédicos llegaron pronto para auxiliarlo pero resultó demasiado tarde, Blake se desangró hasta morir, la bala habría comprometido el corazón de la víctima.
De 8 a 10 personas se hallaban presentes en la escena del crimen, que ha sido catalogado de homicidio, las investigaciones llevaron a concluir que Kelly fue quien realizó el disparo, su desprecio por la seguridad de los demás y su frialdad habrían sido los primeros indicios, ahora esta chica enfrenta cargos por homicidio involuntario lo que podría condenarla hasta a 5 años de prisión, pero también le fue fijada una fianza de $ 10.000 dólares.
La investigación sigue en marcha, pero no existen indicios que apunten a un fuerte consumo de drogas ni alcohol entre la camarilla que se reunió en aquel garaje esa noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario