Muchos habrán pasado por algún momento engorroso en los controles de seguridad de los aeropuertos, pero nadie como esta chica se ha enfrentado a una situación de desnudez pública, las aerolíneas están cada vez más locas.
Alix Townsend, una bella estudiante británica de 18 años, que como todos los pueriles adolescentes que infestan las ciudades españolas en verano, con su espíritu juerguista a flor de piel y la falta de consciencia deriva del alcohol, deseaba viajar a Mallorca para divertirse con sus amigos.
Pero en el "check in" del vuelo que la llevaría del aeropuerto de Manchester a España, un empleado de la aerolínea Monarch, le pidió que se sacase sus pequeños -diminutos, cortos y sensuales, uff! ya estoy divagando- pantalones cortos que permitían ver parte de sus nalgas, todo porque iba en contra de las políticas de vestuario de la compañía.
Bueno, está bien que la compañía tenga una política al respecto, pero es verano en aquellas latitudes y ella quería estar cómoda, linda y sexy, quien la puede culpar por ello, pero lo indignante del incidente es que ante el pedido de abandonar la fila e ir al baño para cambiarse, el empleado fue más allá y le exigió que se desvista en el sitio, a lo que la chica reaccionó con llanto y humillación.
Pero es aquí que la historia toma un giro curioso, pues Alix sale con una solución creativa para su predicamento, y toma un caftan (túnica de seda que se abrocha por el frente) que le cubrió las piernas mientras se ponía pantalones largos, todos nos quedamos con ganas de aquellas fotos, pero siempre habrá internet, es nuestro consuelo.
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