Este inusual residente de un barrio de Salt Lake City, es Kent Hendrix, un obispo mormón fuera de lo común, trabaja como estadista farmacéutico y lleva 30 años practicando artes marciales.
La mañana del martes, Hendrix fue despertado por los golpes en la puerta de su dormitorio, era uno de sus hijos dando el aviso que alguien estaba siendo asaltada fuera de la casa, este valiente instructor de artes marciales no dudo en tomar su espada ninja y acudir al rescate.
Él junto a varios vecinos salieron de sus casas para socorrer a la victima, una mujer de 35 años que yacía en el suelo luego que un hombre que se escondía detrás de su cochera la golpeara. El delincuente al ver al indignado vecino con una espada, se habría llevado una gran sorpresa hasta el punto de saltar del susto, el individuo salió en precipitada carrera hacia su auto y huyó, pero no sin antes dejar caer un bálsamo labial y que Kent memorizara la matricula de su vehículo.
El agresor se entregó a las autoridades una hora después del incidente, fue encarcelado por los cargos de robo, intento de robo agravado, allanamiento y violación de una orden judicial de alejamiento. La mujer luchó contra su atacante y gritó pidiendo ayuda, como resultado de la agresión recibió un par de lesiones menores.
Kent Hendrix es cinta negra 4 grado en Kishindo y mantiene una colección de espadas en casa, su esposa dijo a los medios que su marido siempre guarda una a un lado de su cama, y que ha practicado con ellas por más de 20 años. Además es obispo en la Iglesia de los Santos de los Últimos Días y el orgulloso padre de seis.
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